Dicen que en España se publica mucho y que, cada vez, se lee más. Lo que no suelen decir es que el mayor aumento en lectores se da en las bibliotecas. Es decir, los españoles nos estamos dando más de alta en bibliotecas que en librerías.
Que el sector ha pasado por la misma crisis que el resto de sectores en este país parece de perogrullo, pero lo que no nos hemos parado a pensar es en cuántas editoriales se han cerrado, cuántas ha sido absorbidas por los grandes monstruos (sin connotaciones negativas) editoriales de este país. Siempre se hablan de las editoriales que abren, pero no de las que cierran.
De un tiempo a esta parte existe un runrún que dice que, además, la literatura de género está de moda, vive su época dorada, las editoriales que se dedican al género proliferan… Todo esto puede ser cierto, pero veamos un gráfico obtenido de statista.com que nos indica el índice de ventas por géneros en España en 2016 (las estadísticas son así, siempre van dos años por detrás de la realidad).
https://es.statista.com/estadisticas/473249/facturacion-de-novelas-en-espana-por-genero/
La ciencia ficción, el terror y la fantasía están aún peor, generó 13,63 millones de euros, 230 millones menos que la literatura contemporánea. Aún así, qué duda cabe que la literatura de género está hoy mejor que hace diez años gracias a la proliferación de editoriales pequeñas que se han empeñado en apostar por un género que no es masivo en este país.
Ante la idea de que en España se edita cada día más y más, sin control de natalidad, a pelo, y con poca conciencia, hay que decir que según el INE en 2016 se editaron 59.600 títulos frente a los 72.900 de 2007. Esto significa un 2,4% menos en 9 años. No está mal, ¿no?
Otro factor importante a tener en cuenta es las ventas de los autores españoles frente a autores extranjeros. En el mainstream (Mainstream es un anglicismo que significa tendencia o moda dominante. La traducción literaria del término mainstream es “corriente popular”. El término mainstreamen inglés está compuesto por 2 expresiones: “main” que significa “principal” y “stream” que expresa “corriente o flujo”.) las ventas se reparten entre los de habla española, tengamos en cuenta que en España las obras traducidas, sobre todo del inglés, son un 17% de la producción total, mientras que en la literatura de género no está tan claro.
Sin pensamos en ciencia ficción se nos vienen a la cabeza: Stanislaw Lem, Isaac Asimov, Ursula K. Leguin, China Mieville, o Cixin Liu por citar a algunos. A nadie le da por decir: Guillem López, Rodolfo Martínez, Elia Barceló, Cristina Jurado, Nieves Delgado, Lola Robles o tantos otros nombres que por ser españoles pierden su encanto.
(Elia Barceló) (Nieves Delgado)
(Guillem López. http://www.lopezguillem.com/)
Lo mismo pasaría si preguntásemos nombres de autores de terror. Por supuesto, la lista la encabezaría Stephen King, pero nadie diría Javier Trescuadras, Alberto Caliani, Darío Vilas, Pilar Pedraza, Emilio Bueso, Carlos Sisí o Jesús Cañadas…
(Emilio Bueso)
(Javier Trescuadras)
(Carlos Sisí. www.loscaminantes.net)
Quizá en fantasía, donde los más conocidos son dos hombres, George R.R. Martin o Tolkien, hayamos sido menos miopes a la hora de ver lo que se hace en España de la mano de Virginia P. De la Puente, María Zaragoza, Sofía Rhei, Laura Gallego y Aranzazu Serrano, Concepción Perea, o Selene M. Pascual, e Iria G. Parente.
(María Zaragoza)
(Concha Perea. http://conchaperea.es/)
(Virginia P. de la Puente. )
(Sofía Rhei. https://www.sofiarhei.com/)
Mención aparte merecen Ángel Sanchidrián que, no solo es uno de los autores de fantasía que más vende en este país, sino que ha conseguido casi 40.000€ en su crowdfunding
https://www.verkami.com/projects/21572-sinopsis-de-cine-2
Con todo, es cierto que estamos de enhorabuena porque la literatura de género (que factura 230 millones menos que la literatura contemporánea) hoy está de moda. Pero, ¿es España un país donde los géneros llegan para quedarse? ¿O seguimos siendo un país costumbrista donde las historias que más nos importan siguen siendo las de la guerra civil o ETA? Lo increíble es que, aunque seamos un país que se mira el ombligo histórico y social dentro de lo literario, estamos condenados a repetir una y otra vez las mismas proezas de torpes. ¿Por qué? Porque somos incapaces de imaginar mundos más allá de este mundo; incapaces de incorporar el terror a nuestra vida diaria, negando una y otra vez, que la maldad existe. Solo hay que ver cualquier telediario.
Sea como sea, el mito que rodea a la riqueza de los escritores españoles, de las editoriales de género, es tan solo eso: un mito. Solo Gigamesh (http://www.gigamesh.com/), descubridora de R.R. Martin o Salamandra, de Harry Potter, pueden decir que la literatura de género da para vivir. Y, fíjense, que hablamos de un autor norteamericano y una inglesa. Porque lo español nos sigue avergonzando. “Que inventen ellos”, decían. Y de aquellos barros, estos lodos.
Hay autores y autoras españoles/as que valen su peso en oro, que tienen mayor calidad que cualquiera que nos viene de fuera, pero, claro, son de Murcia, Madrid, Cádiz, Badalona, Alicante, Campo de Criptana, Valencia… Poco glamour en comparación con Maine.
Frente a la era de la globalización, hay que decir que somos un país que globaliza hacia fuera.